¿Qué son los pulsioxímetros? ¿Para qué sirven?
Debido a la crisis sanitaria desencadenada por la COVID-19, los pulsioxímetros han dejado de ser un aparato exclusivo de uso médico para convertirse en un dispositivo esencial para hacer un seguimiento monitorizado de los pacientes infectados. No es de extrañar que su compra en estos años de pandemia se haya disparado. ¿Sabes todo lo que hay que saber sobre la pulsioximetría?
¿Qué es la pulsioximetría?
La pulsioximetría u oximetría de pulso sirve para calcular la saturación del oxígeno en los vasos sanguíneos (SatO2). Esta medición se realiza con un pequeño aparato llamado pulsioxímetro o saturómetro.
El resultado da un porcentaje que nos indica nuestra saturación arterial respecto al máximo nivel de oxígeno que nuestro cuerpo es capaz de transportar. Se considera que una persona está sana cuando la saturación sobrepasa el 90%[1].
¿Para qué se utiliza un pulsioxímetro?
- Para saber los niveles de oxígeno en sangre de forma no invasiva [1]
- Para detectar casos de hipoxemia o falta de oxígeno en sangre [1]
- Para hacer un seguimiento monitorizado a pacientes con patologías respiratorias [1]
- Para realizar estudios del sueño (y detectar casos de apnea obstructiva del sueño) [1].
¿Dónde se utilizan?
Antes de la pandemia del COVID-19 se utilizaban sobre todo en hospitales, centros asistenciales y en los domicilios de personas con prescripción médica.
Debido a la crisis sanitaria su uso se ha normalizado y ahora se puede encontrar en muchos hogares.
¿Quién necesita un pulsioxímetro?
Un pulsioxímetro puede ser de mucha utilidad en personas con patologías respiratorias, puesto que es más probable que presenten unos niveles de oxigenación en sangre más bajos de lo habitual.
Si durante un periodo largo de tiempo los niveles de saturación arterial son inferiores a lo normal, puede afectar negativamente al sistema cardiovascular y dañar las células del organismo, aparte de empeorar el trastorno respiratorio de base [1].
Por otro lado, en época de pandemia se ha convertido en un instrumento fundamental para detectar casos de COVID grave sin síntomas frecuentes [2] [3].
Los pulsioxímetros sirvieron para hacer un seguimiento domiciliario de pacientes que no presentaban disnea (falta de aire), pero que acabaron hospitalizadas por COVID grave al bajar sus niveles de saturación de oxígeno en sangre [3], sin un empeoramiento de otros síntomas recurrentes [2] [3].
¿Cuántos tipos de pulsioxímetros hay?
Existen diferentes tipos de pulsioxímetros según las necesidades de la persona o del centro médico. Los más comunes son:
- Pulsioxímetro de dedo: consta de una pequeña pinza (sensor), que se pone en el dedo índice o la oreja, con una mini pantalla donde aparecen los resultados. Se utiliza para tomas aisladas.
- Pulsioxímetro portátil: es igual al saturómetro de dedo, pero los resultados aparecen en una pantalla independiente al sensor.
- Pulsioxímetro de muñeca: como la variante portátil, lo forman un sensor y un miniordenador, que se coloca en la muñeca como si fuera un reloj de pulsera.
- Pulsioxímetro de sobremesa: es una pantalla con una sonda que emite un sonido continuo que sube o baja según el nivel de saturación del individuo. Se parece a un despertador digital. Son más grandes y menos prácticos que los anteriores, pero más completos, ya que, por ejemplo, pueden medir también la presión arterial.
Estos tres últimos modelos son capaces de realizar registros de la duración que se desee y realizar informes con multitud de datos y parámetros para ser valorados por el neumólogo.
Para uso doméstico, los más populares suelen ser pulsioxímetros de dedo o portátiles gracias a su comodidad y ligereza, mientras que los de muñeca y los de sobremesa se continúan utilizando sobre todo en hospitales y centros asistenciales.
¿Cómo funcionan?
Este instrumento mide el oxígeno en sangre emitiendo unos rayos de luz que calculan nuestro porcentaje de saturación a través de la sangre que circula por nuestro dedo índice o en el lóbulo de la oreja.
Además, el pulsioxímetro también nos indica la frecuencia cardíaca. Para asegurarte de que funciona correctamente, tómate el pulso durante un minuto y compara los resultados [1].
Recomendaciones antes de usar el pulsioxímetro
Se estima que la oximetría puede tener un margen de error del 2%. Es decir, si tienes un nivel de saturación del 94%, puede ser que realmente estés al 92% o el 96% de oxigenación arterial [1].
Para que la lectura del pulsioxímetro sea lo más exacta posible, sigue las siguientes pautas:
- Siéntate, respira tranquilamente y no hables durante unos minutos [3]
- Tu mano debe estar relajada y tibia para que se active la circulación [1] [3]
- Cuando hagas la lectura, tu mano debería estar por debajo de la altura del corazón [1]
- La temperatura ambiente debe ser estable [1]
- Espera unos 30-60 segundos antes de mirar el porcentaje [3]
- Realiza la prueba dos o tres veces al día [3]
Por otro lado, el resultado puede salir erróneo si llevas las uñas pintadas o artificiales [1] [3], si hay cerca una fuente de luz potente, si tienes mala circulación o si tus niveles de oxígeno son demasiado bajos (menos del 80%). Asimismo, los fumadores pueden dar un porcentaje de oxigenación más alto del real [1].
Fuentes
[1] Fahy B, Lareau S, Sockrider M. Serie de información al paciente de la ATS: oximetría de pulso; Am J Respir Crit Care Med (2011), 184: 1. Enlace.
[2] Shah S, Majmudar K, Stein A, Gupta N, Suppes S, Karamanis M, Capannari J, Sethi S, Patte C. Novel Use of Home Pulse Oximetry Monitoring in COVID-19 Patients Discharged From the Emergency Department Identifies Need for Hospitalization; Acad Emerg Med (2020), 27: 681 – 692. DOI: 10.1111/acem.14053. Enlace.
[3] Luks A. M, Swenson E. R. Pulse Oximetry for Monitoring Patients with COVID-19 at Home. Potential Pitfalls and Practical Guidance; Ann Am Thorac Soc (2020), 17: 1040 – 1046. DOI: 10.1513/AnnalsATS.202005-418FR. Enlace.