Enfermedades pulmonares y COVID-19, lo que sabemos actualmente
Desde los inicios de la pandemia se han realizado muchas investigaciones sobre cómo afecta el SARS-CoV-2 al sistema respiratorio. Aunque no existen evidencias de que los pacientes con patologías pulmonares sean más propensos a contraer el Coronavirus, al ser una infección que afecta especialmente a este órgano, las personas con problemas respiratorios previos han sido consideradas uno de los grupos más vulnerables.
Un reciente estudio realizado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) concluye que las personas con patologías respiratorias previas, especialmente pacientes de Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) y/o cáncer de pulmón, corren un mayor riesgo de desarrollar COVID grave. [1]
Aparte de la presencia de enfermedades respiratorias, otros factores de riesgo como son la edad, el sistema inmunitario, la obesidad, diabetes o trastornos cardiovasculares juegan un papel importante en determinar un pronóstico peor [1] [2] [3].
Los principales efectos van desde síntomas leves, como tos, fiebre o dificultad respiratoria hasta insuficiencia respiratoria, enfermedades críticas o fallo multiorgánico [1].
En este artículo, te explicamos cómo la COVID-19 puede afectar tu enfermedad pulmonar.
Apnea Obstructiva del Sueño (AOS)
Tanto la apnea del sueño como el Coronavirus son infecciones inflamatorias. Las vías respiratorias se inflaman y se produce disminución del oxígeno en sangre y la presión arterial sube, lo que facilita la creación de coágulos en la sangre [2].
La comorbilidad entre ambas puede empeorar los síntomas de la AOS, además de poder favorecer el desarrollo de neumonías o dificultades respiratorias agudas [1].
A parte de las complicaciones respiratorias, la AOS se relaciona también con otras patologías como la obesidad, la diabetes o múltiples trastornos cardiovasculares. Estos trastornos, cada vez más frecuentes, producen alteraciones en la oxigenación en el cuerpo, que a su vez pueden empeorar el pronóstico COVID-19.
El principal contratiempo de la AOS es el infra diagnóstico. El estudio liderado por el Dr. Chiner concluye que un 75% de los hospitalizados por SARS-CoV-2, padecía de apnea del sueño no tratada [1]. Si crees que podrías tenerla, es importante contactar con tu centro asistencial de referencia para que te hagan una valoración médica.
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
Al tratarse de una enfermedad pulmonar crónica, los pacientes de EPOC presentan un pronóstico potencialmente peligroso, con un mayor riesgo de hospitalización y una alta probabilidad de necesitar ventilación mecánica y/o cuidados intensivos [1].
Asimismo, como sucede con los pacientes de apnea del sueño, la comorbilidad entre la EPOC y la infección del Coronavirus favorece el desarrollo de neumonía y/o dificultades respiratorias [1] [3].
Como paciente de EPOC, puedes experimentar dificultad respiratoria al realizar esfuerzos. Por eso es importante que sigas con su tratamiento habitual si el médico de referencia te lo aconseja [1] [4]. La fisioterapia respiratoria puede convertirse en tu aliada para disminuir la sensación de disnea, evitar secreciones y mejorar la calidad de vida del paciente.
En este artículo te contamos la importancia de la fisioterapia respiratoria en época COVID y cómo puede ayudar a tu actividad pulmonar.
Para acabar, los broncodilatadores dieron mucho de qué hablar porque salió en la prensa que un fármaco broncodilatador que se subministraba a pacientes de EPOC favorecía la protección contra el Coronavirus.
Asma
El asma es una enfermedad respiratoria crónica que estrecha las vías respiratorias y dificulta el correcto flujo del aire, como ocurre en la apnea del sueño. Aparte de la inflamación que dificulta la respiración, algunos síntomas frecuentes son la tos, la falta de aliento o la sensación de opresión en el pecho.
Los pacientes adultos que sufren de asma son más propensos a sufrir complicaciones una vez contraen COVID-19, presentando una mayor tasa de ingreso hospitalario [1]. En cambio, se han visto muy pocas hospitalizaciones de niños asmático [1].
Los pacientes con otras comorbilidades previas, como la EPOC o las enfermedades intersticiales, tienen un mayor riesgo de hospitalización por COVID-19 grave y sufrir un empeoramiento de los síntomas de su trastorno de base [3].
Si vives con asma, te recomendamos continuar con tu pauta habitual, ya que no se ha demostrado que el uso de broncodilatadores y corticosteroides empeoren los síntomas o el riesgo de contraer el Covid-19 [3] [4]. Es más, se ha demostrado que, en el caso de los pacientes de asma, los corticoides inhalados podrían ayudar al manejo del trastorno y evitar el ingreso hospitalario [4].
Si quieres saber más, no te pierdas el artículo que dedicamos a cómo el COVID-19 afecta a las personas con asma.
Enfermedades pulmonares intersticiales difusas (EPID)
Igual que sucede con los pacientes de EPOC, las personas con EPID son consideradas grupo de riesgo, ya que son más propensas a desarrollar neumonías [7], necesitar ventilación mecánica o sufrir secuelas poscovid al tener más posibilidades de desarrollar fibrosis [1] que un paciente sin comorbilidades.
Si tu personal asistencial de referencia te lo ha aconsejado, sigue con tu tratamiento de oxigenoterapia y/o de ventilación mecánica [7], ya que, al cabo del año de haber contraído el virus, se ha visto la misma evolución que con otras enfermedades respiratorias [7].
Finalmente, si eres un paciente con una enfermedad pulmonar intersticial, es muy importante que te vacunes. La vacunación para la COVID-19 es fundamental para reducir las posibilidades de sufrir complicaciones. Hay que estar atento, pero, a los días posteriores a la administración de la dosis, ya que, en algunos casos, los síntomas de tu trastorno de base, como la tos seca o la sensación de disnea, pueden aumentar [1] [7].
Fibrosis Quística
Inicialmente se preveía que el diagnóstico de los pacientes con este trastorno genético que afecta a los pulmones y a otros órganos podía ser muy complicado. En la actualidad, el pronóstico está siendo mejor del esperado. [1] [6].
Los pacientes con un mayor riesgo de sufrir complicaciones son:
- Personas de edades avanzadas [1]
- Pacientes con un sistema inmunológico débil [1]
- Personas con comorbilidades previas (como la diabetes) [1]
- Pacientes que se les ha hecho un trasplante de pulmón [6]
- Personas que toman medicamentos inmunosupresores [6].
Si tienes Fibrosis Quística, continuar con tu tratamiento habitual y el procedimiento de fisioterapia respiratoria para favorecer la movilización de las secreciones. Aunque no hay evidencias científicas de que reduzcan el riesgo de contagio, se ha observado una reducción de las hospitalizaciones en pacientes pediátricos [6].
Finalmente, como se recomienda a los pacientes de EPOC [5], es importante que te mantengas la actividad física en la medida de lo posible al menos 3 veces a la semana. Te ayudará para reforzar la musculatura respiratoria y activar la función pulmonar.
Bronquiectasias
Las bronquiectasias son una enfermedad crónica, así pues, su pronóstico es muy parecido al de los dos anteriores. Recuerda seguir el protocolo que te recomiende tu personal asistencial de referencia para mejorar tu estado respiratorio y disminuir las secreciones.
Las enfermedades pulmonares intersticiales difusas se encuentran estrechamente relacionadas con la neumonía. El Coronavirus aumenta las posibilidades de desarrollar neumonía en pacientes con enfermedades pulmonares. Por este motivo, si se contrae el virus, hay que estar muy pendiente del diagnóstico clínico que determine si es necesario el ingreso.
Por otro lado, se ha observado que personas ingresadas por COVID grave han desarrollado bronquiectasias como secuela poscovid [10].
Tabaquismo
El tabaquismo puede determinar un pronóstico peor en caso de contraer COVID-19. Además, los consumidores habituales de tabaco pueden tener más posibilidades de contraer COVID grave que los ocasionales [1] [3].
El grupo diana son los hombres fumadores mayores de 40 años, aunque se ha observado que los exfumadores y las personas expuestas al tabaco también son más vulnerables [3].
Por otro lado, si previamente te han diagnosticado alguna patología pulmonar, como la EPOC, y además fumas, es muy importante que dejes el tabaco cuanto antes, ya que existe una relación muy estrecha entre el tabaquismo, la EPOC y la posibilidad de desarrollar COVID grave [1].
Estas recomendaciones también son aplicables a las personas que han dejado el tabaco, pero fuman cigarrillos electrónicos o vapeadores. El consumo de estos también se asocia con un mayor riesgo de ingreso en UCI [1] [2] [3].
Vacunación y tratamiento
La vacunación contra el Coronavirus es fundamental para disminuir los contagios y la probabilidad de sufrir complicaciones al contraer el virus, especialmente si vives con una enfermedad respiratoria.
Si quieres saber más sobre la importancia de la vacunación, no sólo contra la Covid-19, sino también otras enfermedades como la gripe o el neumococo, no te pierdas el artículo “Las vacunas en pacientes respiratorios, básicas para la prevención”.
Finalmente, independientemente de tu trastorno pulmonar, es muy importante que sepas diferenciar los síntomas de tu patología de base y los que causa el COVID-19. Si no estás seguro, consulta a tu personal médico de referencia para que te haga una valoración. No tomes ninguna decisión relacionada con nuestro tratamiento sin una consulta médica previa.
Fuentes
[1] SEPAR (27 de junio de 2022). Enfermedades pulmonares previas como la apnea del sueño y el cáncer de pulmón elevan el riesgo de morir de COVID-19. Enlace.
[2] Lohia, P; Sreeram, K; Nguyen, P. Preexisting respiratory diseases and clinical outcomes in COVID-19: a multihospital cohort study on predominantly African American population; Respir Res (2021), 22: 1 – 9. DOI: 10.1186/s12931-021-01647-6. Enlace.
[3] Sánchez Ramírez, D; Mackey, D. Underlying respiratory diseases, specifically COPD, and smoking are associated with severe COVID-19 outcomes: A systematic review and meta-analysis; Respir Med (2020), 171: 1 – 10. DOI: 10.1016/j.rmed.2020.106096. Enlace.
[4] Gómez Antúnez M; Muiño Míguez A; Bendala Estrada AD; Maestro de la Calle G; Monge Monge D; Boixeda R; Ena J; Mella Pérez C; Anton Santos JM; Lumbreras Bermejo C. SEMI-COVID-19 Network. Clinical Characteristics and Prognosis of COPD Patients Hospitalized with SARS-CoV-2; Respir Med (2020), 15: 3433 – 3445. DOI: 10.2147/COPD.S276692. Enlace.
[5] Mondejar-Lopez, P; Quintana-Gallego, E; Giron-Moreno, RM; Cortell-Aznar, I; Ruiz de Valbuena-Maiz, M; Diab-Caceres, L; Prados-Sanchez, C; Alvarez-Fernandez, A; Garcia-Marcos, PW; Peñalver-Mellado, C; Pastor-Vivero, MD; Olveira, C; Lopez-Neyra, A; Castillo-Corullon, S; Palma-Milla, S; Perez-Ruiz, E; Sole-Jover, A; Barrio, MI; Sanchez-Solis, M; Asensio de la Cruz, Ó. Impact of SARS-CoV-2 infection in patients with cystic fibrosis in Spain: Incidence and results of the national CF-COVID19-Spain survey; Respir Med (2020), 170: 106062. DOI: 10.1016/j.rmed.2020.106062. Enlace.
[6] Flume, PA; Saiman, L; Marshal, B. The Impact of COVID-19 in Cystic Fibrosis; Arch Bronconeumol (2022), Vol. 58, Issue 6: 466 – 468. DOI: 10.1016/j.arbres.2021.12.003. Enlace.
[7] Myall, KJ; Martinovic, JL; West, A. How COVID-19 interacts with interstitial lung disease. Breathe (2022), 18: 210158. DOI: 10.1183/20734735.0158-2021. Enlace.