Problemas respiratorios en personas con ELA y cómo tratarlos
La debilidad neuromuscular, propia de afecciones como la ELA, puede derivar en problemas respiratorios como apnea del sueño, hipoventilación o dificultad para expulsar las secreciones. ¿Cómo tratarlos para mejorar su control y prevenir los síntomas?
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las neuronas motoras. Estas van poco a poco degenerando o muriendo, dejando de enviar mensajes a los músculos, los cuales debido a la imposibilidad de continuar operativos se atrofian y se contraen.
Salvo algunos músculos, como el corazón, los músculos encargados de la movilidad de los ojos y la motilidad de los esfínteres, el resto van perdiendo facultades hasta dejar de ser funcionales.
Los músculos encargados de la respiración también se ven afectados, por lo que las personas que padecen ELA también van viendo como sus capacidades respiratorias van perdiendo la función pulmonar, pudiendo dar lugar a diversos problemas respiratorios.
En este artículo hablaremos sobre el impacto de la ELA en el sistema respiratorio, y sobre cómo se puede mantener la función respiratoria a medida que avanza la enfermedad.
¿Cómo afecta la ELA al sistema respiratorio?
Son muchos los músculos necesarios para respirar normalmente. Por ejemplo, dos diafragmas, la musculatura entre las costillas y los músculos del cuello y la garganta. En casos de debilidad neuromuscular, estos músculos pueden fatigarse en exceso, dificultando el procedimiento de inhalar y exhalar normalmente.
Esta debilidad puede afectar radicalmente la respiración profunda, realizada en los pulmones, y causar respiración superficial y falta de aire, especialmente cuando se está acostado o durmiendo. En consecuencia, disminuye el nivel de oxígeno e incrementa el de dióxido de carbono en sangre. A su vez, esto debilita más el músculo, que se ve forzado a incrementar su trabajo, generando un mayor agotamiento y pudiendo derivar en insuficiencia respiratoria, además de otras afecciones respiratorias relacionadas.
Otras de las consecuencias en el sistema respiratorio causadas por la debilidad neuromuscular son las siguientes:
- Empeoramiento de la apnea del sueño, que se manifiesta a través de síntomas como los ronquidos, jadeos, despertares frecuentes o asfixia mientras duerme. Y durante el día, cansancio, dolores de cabeza, cambios de humor…
- Hipoventilación nocturna. Enfermedad, caracterizada por la respiración superficial durante el sueño, que también puede reducir el nivel de oxígeno en sangre y elevar sus niveles de dióxido de carbono. En consecuencia, las personas se sienten cansadas durante el día (fatiga diurna) y pueden notar dolor de cabeza a la mañana.
- Expulsión de las mucosidades. Si la musculatura respiratoria no tiene suficiente fuerza, la dificultad para expulsar mucosidades aumenta, pudiendo llegar a bloquear las vías respiratorias o a causar infecciones.
- Disminución del tono de voz por las dificultades al respirar.
- Insomnio y somnolencia diurna.
- Dolores de cabeza.
Cómo tratar los problemas respiratorios en personas con ELA
En función de las necesidades específicas de cada paciente, existen diferentes tratamientos para tratar los problemas respiratorios que pueden tener lugar debido a la progresión de la ELA. Entre ellos:
La fisioterapia respiratoria es una primera línea de trabajo enfocada a preservar y a mejorar la función respiratoria, disminuir los síntomas de disnea, falta de aire, y fatiga muscular, favorecer el drenaje de secreciones además de prevenir y reducir las complicaciones respiratorias.
La ventilación mecánica no invasiva ayuda a realizar la función respiratoria, siendo una herramienta útil ante signos de insuficiencia respiratoria que pueden surgir con el avance de la enfermedad.
Este tipo de máquina consiste en un ventilador mecánico que, mediante una mascarilla, introduce aire a presión, tanto en inspiración como en espiración, a intervalos y cantidades estipuladas previamente según determine el profesional médico.
Este tipo de tratamiento presenta múltiples beneficios. Como una mayor tolerancia al esfuerzo, mejora en el sueño, y disminución en los ingresos hospitalarios derivados de problemas respiratorios. Por ello, contribuye también a una mejora en la calidad de vida del paciente en salud.
También existen sistemas de asistencia para la tos que pueden ayudar con las dificultades a la hora de expulsar las mucosidades, y herramientas de succión en los casos en los que haya babeo o dificultades para expulsar la mucosidad de la boca.
Igualmente, es importante recordar que está totalmente aconsejado abandonar cualquier hábito poco saludable que dificulte la respiración, o que empeore o lesione el sistema respiratorio. Como puede ser el consumo de tabaco. Fumar implicará una dificultad añadida a los posibles problemas que pueda experimentar el paciente con ELA en el tiempo.
En cualquier caso, el profesional de salud decidirá cuál es el mejor tratamiento en función de las necesidades de cada paciente. Además, es importante recordar, que enfermedades como la ELA, requieren de un enfoque multidisciplinar, que permita tratar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente, minimizando el impacto de la enfermedad en el día a día y disminuyendo los riesgos asociados a cualquier problema que pueda surgir.
Fuentes
Barrot Cortes, Emilia. Complicaciones respiratorias en la ELA. Marzo 2020. Enlace.
La importancia de trabajar desde Fisioterapia Respiratoria en la ELA. Enlace.
Músculos que causan la expansión y contracción pulmonar. Enlace.
Manteniendo la función respiratoria con la ELA. Enlace.
Consejos de salud para los cuidados respiratorios en pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Enlace.